ISAÍAS 30: 21
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.
2 TIMOTEO 2: 16
Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.
2 TIMOTEO 2: 22
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
Pablo escribió dos cartas a Timoteo donde le da una serie de consejos con los que busca dar fuerza a su ministerio para que los fieles a su cuidado no se separen del Señor.
Ahora, muchos siglos después esta carta es válida, porque ¿Quien no ha estado un poco enredado con palabras vanas, que en vez de edificar pueden alejarnos del Señor? Todos, sin excepción hemos sido o somos jóvenes y como tales, hemos estado al vaivén de las pasiones. La buena noticia frente a esta situación es que a pesar de todo esto, no logramos que el Señor nos deje. Ahí está siempre viéndonos actuar, bien o mal y esperando a que nos acerquemos a su lado y recostemos nuestra cabeza en su regazo para que sintamos su amor y caigamos en cuenta que Él es lo único verdadero de nuestras vidas y que somos salvos por su gracia.
Luchemos con su ayuda por ser cada día más como Él y démosle gracias porque nos ama a pesar de nosotros mismos. Él nos conoce y nos acepta tal como somos, para que como dice su palabra: "Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda".
Amado Padre celestial, gracias por mostrarnos dónde nos equivocamos. Por favor redargúyenos cuando nos dejemos llevar por las cosas que no son agradables a ti. Gracias por entendernos y tolerarnos. Gracias por tu infinito amor. Oramos en el nombre de Jesús, amén.