JOB 11:13-19
13 Si tú dispusieres tu corazón, y extendieres a Él tus manos;
14 Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more en tu casa la injusticia,
15 Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás;
16 Y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
17 La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será como la mañana.
18 Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro.
19 Te acostarás, y no habrá quien te espante; y muchos suplicarán tu favor.
Al leer este aparte de Job donde el Señor nos pone cuatro condiciones que tienen como resultado ocho maravillosas promesas, podemos resaltar que si nos disponemos a Él, pedimos perdón por nuestro pasado, lo sacamos de nosotros, y no permitimos que la injusticia reine en nuestras vidas, entonces, podremos levantar la frente limpia hacia el Señor.
Si además nos preguntamos:
1- ¿Cómo ser fuerte?
2- ¿Cómo no tener temor?
3- ¿Cómo olvidar el pasado doloroso?
4- ¿Cómo seguir teniendo fe?
Dios nos lo enseña:
- Dispongamos nuestros corazones para que Dios trabaje en ellos.
- Busquemos la ayuda de Dios, primero, antes que la de los hombres.
- Saquemos de nuestras vidas, y de nuestra casa todo pecado e iniquidad.
El resultado final será una vida plena de luz, de confianza, de esperanza, de seguridad, de tranquilidad, de paz y de tu favor, Señor.
Amado Padre, qué maravillosas promesas nos regalas, condicionadas simplemente a que te pongamos en el primer puesto de nuestras vidas, que reconozcamos y saquemos de nosotros el pecado y nos dispongamos para que trabajes en nuestros corazones. Te adoramos Señor y te damos gracias por esa maravillosa vida que nos prometes a tu lado y en continua comunión contigo, Amén.