ABRIL 2

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

LA PALABRA DE DIOS

1 CORINTIOS 1: 18-25

18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos.

20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?

21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;

23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;

24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.

25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

REFLEXIÓN

Quien habla de Dios y su poder es mirado por muchos como  persona que no tiene la sabiduría y la formación académica que lo haga ser una persona de valor en la sociedad. De hecho, cuando se inicia una conversación sobre el poder de Dios y el temor reverente que debemos tener hacia Él, nos sentimos un poco rechazados y fuera de lugar. Expresiones de moda tales como el universo, el destino, la vida, reemplazan la palabra Dios o Jesús, como si su uso liberara a las personas de su dependencia de Dios.

Nada más lejos de la verdad. Preguntaba a un amigo la razón por la que usaba la expresión, el universo se confabuló, o gracias a la vida en vez de reconocer públicamente el nombre de Dios y sus obras y me decía que aunque creía, no se sentía cómodo hablando de Dios porque no pertenecía a ninguna religión. 

Cuando recordamos la recién pasada pandemia, podemos entender con facilidad, pero con temor que la mano de Dios se mueve con independencia total de la sabiduría de los sabios que se reúnen a tratar de mostrar sin éxito, que su ciencia es superior. Cuando en una ciudad morían en un día más de mil personas sin que los científicos pudieran hacer nada, cuando nadie se libraba de la plaga que se movía de día y de noche por todo el mundo, los creyentes, los que sentimos que somos sus hijos, callábamos y orábamos para dar gracias a nuestro Dios por el cumplimiento de su palabra en nosotros, porque sabemos que Él no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta y al estar protegidos bajo sus alas no tendríamos que temer mal alguno.

Si nos llaman locos, si se burlan de nuestra espiritutalidad, no debemos preocuparnos, porque como dice el verso 18: "Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios". Porque por nuestra creencia en su nombre somos salvos y porque si vamos a tasar la sabiduría de Dios, tenemos que decir como Pablo: Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Amado Señor queremos ser esos locos a los ojos del mundo que predican tu palabra. Queremos reconocer tu sabiduría y tu poder porque solo Tú tienes el control absoluto de todo. Te agradecemos porque podemos acostarnos y dormir tranquilos porque tu nos proteges, porque así te plació. Gracias amado Padre por enseñarnos y poner en nuestros corazones la verdad de tu palabra y por hacernos hacedores de ella. Te adoramos Señor, amén.