SALMOS 37: 1 - 3
1 No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2 Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán.
3 Confía en Dios, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
SALMOS 138: 8a
Dios cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Señor, es para siempre
MALAQUÍAS 4: 1
Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho El Señor de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama
ROMANOS 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados
¿Quién no ha estado pidiendo por muchos días al Señor que le conceda algo muy especial, quizás relacionado con su salud, su trabajo, sus finanzas, su vida afectiva, en fin, una de tantas cosas que como seres humanos anhelamos o requerimos, sin respuesta? Y ¿quién no ha mirado a su derecha y ha visto cómo a otros esas cosas se les dan muy fácilmente y piensa en su corazóm, por qué razón Dios no quiere ayudarlo a usted y en vez de eso, reparte abundantemente a otros que a lo mejor ni siquiera lo han pedido?
Para responder a ese interrogante que nos atormenta, solo tenemos que mirar la palabra. Recordar que Dios es fiel y tiene un plan perfecto para nosotros, que en muchas ocasiones no es el que imaginamos. Cuando recibimos al Señor en nuestros corazones, lo hacemos el dueño de nuestra vida y le autorizamos a desarrollar ese plan perfecto.
Muy seguramente, si miramos el pasado integralmente, veremos la mano de Dios. Podremos establecer la diferencia entre lo que éramos antes de conocerlo y nuestro presente. Recordemos que no conocemos el futuro y por lo tanto no podemos saber si los anhelos de nuestro corazón hacen parte de ese maravilloso futuro que tiene el Señor para cada uno de nosotros y quizás por ello, el Señor en el presente no nos da lo que pedimos porque se aparta de ese plan.
¿Por qué a otros las cosas les salen más fácilmente? Personas que parecen estar lejos del Señor son aparentemente exitosas, sanas, poderosas. Sin embargo, solo vemos una foto de ellas. No conocemos su corazón y si lográramos ver al futuro, seguramente entenderíamos lo que el Señor nos dice en Malaquías: "Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama". En lo que respecta a sus hijos, el futuro es la vida eterna, porque Él ya pagó por nuestros pecados y nos ha traído de muerte a vida.
Por ello, como dice Romanos, confiemos ciegamente en el Señor, porque "A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien". Creemos que por Él hemos sido llamados y que estamos en sus manos. Al final, cuando hagamos un balance de nuestra vida, podremos ver en toda su dimensión cuán perfecta ha sido, conforme al plan que tiene para nosotros.
Amado Señor, gracias porque nos permites discernir acerca del plan perfecto que tienes para nuestra vida. Gracias por enseñarnos a confiar en ti como niños y a alinear nuestros deseos con tu voluntad. Te adoramos y oramos en el nombre de Jesús, amén.