ENERO 5
MATEO 6:31-34
31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
El señor Jesús nos enseña y exhorta a confiar en el Padre, quien sabe lo que necesitamos. Las cosas vanales de la vida no deben preocuparnos. En este mismo capítulo nos muestra cómo tiene cuidado de nosotros y nos compara con las aves, la hierba, los lirios a quienes alimenta y viste de manera excepcional.
Nuestro Dios no quiere que lo pongamos en segundo lugar. No quiere que seamos como aquellos que buscan primero lo material y nos da una maravillosa promesa, condicionada a que busquemos primeramente su reino y su justicia. El Señor nos llama a que lo pongamos en primer lugar en nuestras vidas y entonces, todas las otras cosas nos serán añadidas.
Termina su promesa diciéndonos que no debemos afanarnos por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Con respecto a esta promesa, si nos entregamos completamente a Él, si aceptamos que tiene planes perfectos para nuestra vida, simplemente vivimos cada día, abandonados en Él, confiados en que no necesitamos planear, sino que nuestras expectativas, nuestras decisiones, nuestra salud y nuestras necesidades están en sus manos, sabiendo que sus métodos no son los nuestros, y que en el momento adecuado, a través de las circunstancias más inesperadas cumple su palabra en nuestras vidas.
Amado Padre celestial muchas gracias por esa maravillosa promesa que nos das. Por favor enséñanos y muévenos a hacer de ti el centro y primer motivo de nuestras vidas. Gracias Señor porque tenemos resueltas nuestras necesidades porque estamos en el hueco de tu mano. En el nombre de Jesús, amén.