NOVIEMBRE 6

La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.

La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.

LA PALABRA DE DIOS

PROVERBIOS 15: 1 - 2

1 La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.

2 La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.

REFLEXIÓN

¿Alguna vez ha recibido una respuesta desobligante y grosera, cuando su expresión pretendía ser amable y cariñosa? Muy seguramente, sí. Recuerdo hace poco una malhadada llamada telefónica, que pretendía atraer a una persona muy especial a la institución donde trabajo. Comenzó esa llamada con una frase que en tono jocoso le preguntaba por qué no se había vuelto a comunicar con nosotros. La respuesta no se dejó esperar, cargada de rabia e insultos. Me deshice en disculpas y aclaraciones, pero no puede dejar de pensar en la necesidad de tener una respuesta amable a las personas frente a cualquier situación.

Recordaba lo expresado en Proverbios con relación a este tema y la sabiduría de la palabra de Dios que se aplica a todos los aspectos de nuestras vidas. La invitación es a tratar de mantener un corazón sano, amoroso, amistoso  y tolerante, que se exprese con palabras amables cuando somos requeridos e incluso cuando nos hablen en tonos poco amistosos. Recordemos que "la blanda respuesta quita la ira " y apacigua a nuestros interlocutores. Pidámosle al Señor la sabiduría necesaria para que nuestras relaciones personales fluyan de una manera asertiva y para que seamos testimonio de nuestro Padre, quien siempre tiene una palabra o un gesto amoroso con nosotros.

Amado Padre celestial, queremos darte muchas gracias por la maravillosa enseñanza del día de hoy, aplicable a todas las personas y circunstancias de cada uno. Te pedimos humildemente que pongas en nosotros un corazón cariñoso y generoso que en cada situción exprese tu amor. Queremos Señor ser como Tú quieres que seamos y que si recibimos respuestas rudas o desobligantes, recordemos que nos enseñas en tu palabra. Te adoramos y oramos en el nombre de Jesús, amén.