MAYO 8
SANTIAGO 2: 14-17, 21, 25-26
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?
26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
¿Qué es fe? Hebreos 11 nos dice que es "la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Es uno de los dones de Dios y por ella, Abel, Enoc, Noe, Abraham, Sara, alcanzaron su favor y el cumplimiento de las promesas. Todos ellos tienen en común la aplicación práctica de la fe. Abel, ofreció el mejor sacrificio a Dios. Enoc fue traspuesto y no vio la muerte, Noe, construyó la barca que permitió la existencia de la humanidad; Abraham obedeció y salió con su gente en busca de la tierra prometida, Sara en su vejez concibió y tuvo a Juan y así como esos, podríamos enumerar muchos otros ejemplos de la fe en acción.
Santiago, nos hace la reflexión con respecto a nuestra aplicación y consecuencia de creerle a Dios. Nos llama a la acción y nos hace reflexionar en la necesidad de mostrar en nuestra vida el rostro de Jesús. Si somos hijos de Dios debemos recordar no solo a nuestros hermanos en la fe, sino a todos los que están a nuestro alrededor. Nos hace una exhortación a la acción. Oremos, pero actuemos. Si alguien tiene dificultades económicas, pues oremos por su recuperación, pero ayudémosle. El señor Jesús nos lo mostró con su actuar. Él, la representación de la fe, actuaba a favor de los que lo necesitaban. De lo contrario, como nos dice Santiago en el verso 17: " Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma".
Mateo nos enseña la palabra del Señor "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis; desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí". Esa es la fe en acción, es la fe que nos llevará a que el Señor nos diga "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo".
Amado Padre Celestial, te adoramos y reconocemos tu majestad, poder e infinito amor. Gracias por producir en nosotros tanto el querer como el hacer para que nuestra fe entre en acción y así mostremos tu rostro con nuestros semejantes. Entendemos con Santiago, que "Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta". Por favor Señor te pedimos que nos exhortes e impelas a ejercitar la fe en nuestra relación con los demás y que llevemos a la práctica tus promesas. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.