LA PALABRA DE DIOS
GÁLATAS 4: 4 - 5
4Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
5para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
LUCAS 2: 1. - 7
1Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
2Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
3E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
4Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
5para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
6Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
7Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
GÉNESIS 3: 15
15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
REFLEXIÓN
Los planes de Dios son perfectos. Esta es una expresión que actualmente se está escuchando mucho y como tal, se corre el riesgo de volverla una muletilla y no una expresión producto de la reflexión y de la experiencia personal. Sin embargo, la realidad es que LOS PLANES DE DIOS SON PERFECTOS.
En esta ocasión, me gustaría tener en cuenta el acontecimiento más grande de la historia. Jesús, el hijo de Dios, una de las tres personas de la Trinidad vino al mundo. Dios, nuestro amado padre tenía un plan perfecto para nosotros y un momento específico para su nacimiento. ¿Por qué nació en ese momento? No lo sabemos, pero lo que si conocemos es que por su venida, su vida y muerte, somos sus hijos y conocimos el amor del Padre a través suyo.
Dios determinó su venida desde el comienzo de los tiempos y fue preparando el terreno para ello. Los escritores del Antiguo testamento lo predijeron y como dice Gálatas "cuando vino el cumplimiento del tiempo" lo envió para que naciera en el contexto adecuado para que su promesa, hecha desde el comienzo de la vida del hombre, como puede leerse en Génesis, se hiciera realidad. Cuántas cosas pasaron que pareciera no tener relación con la venida del Señor Jesús, pero si las relacionamos, podemos vislumbrar ese actuar perfecto de nuestro Dios.
Amado Padre celestial, gracias porque en tu infinita sabiduría decidiste enviar a tu amado hijo a que sufriera por nosotros y pagara el precio del pecado. No entendemos el porqué de esa decisión pero confiamos ciegamente en ti y sabemos que eres perfecto y, como tal, nada de lo que haces puede dejar de serlo. Te adoramos, te agradecemos y renovamos nuestra declaración de fe ante tu hijo, el Señor Jesús, de que es nuestro Señor y salvador que vive en nuestros corazones y es el dueño de nuestras vidas. En su nombre te adoramos Señor, amén.