DICIEMBRE 8

LA PALABRA DE DIOS


ISAÍAS 61: 1


El espíritu del Señor, está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel


ISAÍAS 53: 12


Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los poderosos repartirá el botín; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores.


REFLEXIÓN


Los estudiosos de la historia se han aplicado a demostrar que Jesús realmente es el hijo de Dios, el mesías prometido, o que no lo es. Curiosamente, después de consultar, leer, indagar, investigar, todos han llegado a la misma conclusión. Voy a citar a H G Wells, quien dice: " Soy un historiador, y no un creyente, pero debo de confesar que como historiador, ese modesto predicador de Nazaret es irrevocablemente el único centro de la Historia. Jesucristo es fácilmente la figura más prominente en la historia de la Humanidad".


Creig Marlowe, PhD en su artículo titulado ¿QUÉ PROFECÍAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO PREDIJERON A JESÚS? expresa que más de 350 pasajes fueron anticipaciones proféticas a su nacimiento. Termina diciendo esta frase: Esta es la evidencia acumulada que nos obliga a creer en Jesús como el Mesías del Antiguo y del Nuevo Testamento.

Para mayor información adjunto el enlace a la página.


https://www.exploregod.com/es/articulos/que-profecias-del-antiguo-testamento-predijeron-a-jesus


Qué maravilloso entender cómo nuestro amado Padre desde la fundación del mundo tenía para nosotros a su hijo Jesús e iba anunciándolo a través de todo el tiempo. Por ello, reflexionemos y disfrutemos en toda su intensidad el mayor acontecimiento que jamás se ha dado ni se dará. Jesús, el hijo de Dios nació en Belén de una virgen, vivió entre los hombres, fue crucificado y murió  con la peor muerte, la muerte de cruz y nos permitió correr el velo que nos separaba del Padre. Por Él y su sacrificio podemos ser llamados hijos de Dios y transitar hacia la vida eterna en su compañía, por siempre y para siempre.


Amado Padre celestial, no hay palabras para describir nuestros pensamientos y emociones alreddor de este tema. Gracias, muchas gracias por tu amor. Aunque no podamos alcanzar la magnitud de ese amor, queremos decirte que te amamos tanto como somos capaces de hacerlo, te adoramos y queremos estar contigo para siempre. En el nombre de Jesús, amén.