SEPTIEMBRE 19
PROVERBIOS 1:2-7
2 Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes,
3 Para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad;
4 Para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo,
6 Para entender proverbio y declaración, palabras de sabios, y sus dichos profundos.
7 El principio de la sabiduría es el temor de Dios; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza
La mayor parte del libro de Proverbios fue escrito por Salomón, y los demás son producto de la recopilación de diversos autores. El tema central del libro es la sabiduría, que le fue regalada por Dios cuando se la pidió, tal como dice en 2 Cronicas 1:10-12: "Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este pueblo tuyo tan grande? Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a mi pueblo sobre el cual te he hecho rey, sabiduría y conocimiento te han sido concedidos.
Este capítulo de Proverbios es la introducción al libro, que nos muestra los propósitos para los que fue escrito. Nos indica Salomón lo que debemos hacer para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura.
Si queremos lograr sabiduría debemos escuchar con atención, sin importar nuestro grado de conocimientos, porque de esa manera aumentaremos nuestro saber, conoceremos los consejos de los sabios para entender lo que quiere decir el proverbio, para discernir acerca de lo que allí se dice y aplicarlo en nuestra vida. Pero más allá de todo eso, la sabiduría es un don de Dios, a quien debemos temer y no ser como los insensatos que no lo atienden.
Amado Padre, queremos crecer en el conocimiento de tu palabra, en el discernimiento de lo que allí nos dices. Por favor, te pedimos que no nos dejes creer en nuestros propios criterios sino que nos enseñes a escuchar atentamente tu palabra y a discernir en su significado y aplicación para nuestra vida. No queremos ser necios sino estar a tus pies con temor y temblor porque solo tu Padre eres sabio. Te adoramos Señor. Amén.