MARZO 10

Encomienda a Dios tu camino, y confía en Él; y Él hará.

Encomienda a Dios tu camino, y confía en Él; y Él hará.

LA PALABRA DE DIOS

SALMOS 37:4-5

4 Deléitate asimismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.

5 Encomienda a Dios tu camino, y confía en Él; y Él hará.

REFLEXIÓN

Confiar en el Señor es la mejor decisión que puede tomarse en la vida. Confiar, como para saltar al vacío con la certeza de que con sus brazos nos sostendrá y no nos dejará caer al abismo. Eso es la fe. "La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve", tal como está escrito en Hebreos 11:1. 

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, tal como lo hizo Pedro cuando caminaba sobre las aguas, nos dejamos vencer por el miedo, apartamos la mirada de Jesús y nos hundimos. (Mateo 14:29). Las apariencias nos distraen de nuestro foco y comenzamos a caer en la incertidumbre y nos preguntamos por qué el Señor no nos responde, por qué no nos sana, por qué no nos libra de nuestros enemigos, por qué no quita el sufrimiento. 

Al pensar en la respuesta viene a mi mente la canción de Marcos Vidal que dice "Dios aún sigue hablando sigue aún contestando y aquel que quiere oír aún puede percibir su voz de amor". El Señor ratifica permanentemente su promesa y como condición para ello debemos, como dice el verso 4, deleitarnos en Él, con la certeza de que en su tiempo, sin importar las circunstancias que nos rodeen nos concederá las peticiones de nuestro corazón. 

Amado Señor, gracias por todas tus bendiciones, gracias por escucharnos a pesar de nuestra imperfección. Danos la medida de fe que requerimos. En Ti confiamos y sabemos que Tú harás. Te adoramos Señor en el nombre de Jesús, amén.