JULIO 30

Pero los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Pero los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

LA PALABRA DE DIOS

ISAÍAS 40: 28

28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es el Señor, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;

31 pero los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

REFLEXIÓN

Cada día de nuestra vida nos enfrentamos a situaciones que nos hacen sentir felices, pero también a circunstancias de toda índole que nos desalientan o nos producen temor y frustración. Tan pronto como estamos felices por una noticia, algo a nuestro alrededor nos cambia esa felicidad por temor.  No debería ser así, nuestra fe en el Señor no debería dejarnos dudar o flaquear, porque no importan las circunstancias que vivamos, somos los hijos del Eterno. Sus muestras de amor a cada uno de nosotros son permanentes. Solo debemos estar atentos a entenderlas y esperar en Él. 

¡Qué maravilloso mensaje nos da el Señor a través de Isaías! Por si no lo sabíamos o lo habíamos olvidado, nos recuerda de quién somos hijos. Nadie como Él, el creador de todo lo que existe, el que siempre está atento, el que conoce personalmente a cada uno de nosotros y sabe absolutamente todo, la representación de la verdad. Solo Él es nuestro Dios. 

¿Estamos cansados? el nos da las fuerzas que necesitamos; ¿Estamos enfermos? Él tiene cuidado de nuestra salud; ¿Nos acecha el enemigo? su protección nos alcanza; ¿Desfallecemos? como dice su palabra, "Los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".

Amado Padre celestial gracias por tu amor y protección. Gracias porque nos has permitido ser tus hijos y vivir tranquilos. Por favor Señor recuérdanos permanentemente que eres nuestro Dios eterno, el que creo los confines de la tierra, que no se fatiga, que todo lo sabe y que además por tu amor nos sostienes y nos das fuerzas para continuar nuestro camino hasta el día en que nos lleves a tu presencia. Te adoramos y oramos en el nombre de Jesús, amén