ABRIL 7

Dios es tu guardador; el Señor es tu sombra a tu mano derecha.

Dios es tu guardador; el Señor es tu sombra a tu mano derecha.

LA PALABRA DE DIOS

SALMOS 121

1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

2 Mi socorro viene de Dios, que hizo los cielos y la tierra.

3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.

4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.

5 El Señor es tu guardador; Dios es tu sombra a tu mano derecha.

6 El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.

7 Dios te guardará de todo mal; Él guardará tu alma.

8 El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.

ISAÍAS 41:10

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

ISAÍAS 54:17

Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Dios, y su salvación de mí vendrá, dijo el Señor.

REFLEXIÓN

La palabra de Dios está llena de promesas, tanto en el antiguo como en el nuevo testamento, promesas que nos ha hecho nuestro Dios y que son en el sí y en el amén. En ellas, el Señor nos consuela y fortalece para que en la adversidad podamos alzar los ojos a los montes y recordar de dónde viene nuestra ayuda. Nada menos que del creador de los cielos y la tierra, del Señor de todo lo que existe, de nuestro padre amoroso que dio incluso a su unigénito hijo como pago por nuestros pecados. Somos suyos, nos compró por precio de sangre.

Pero, ¿qué nos promete? Me voy a referir al salmo 121,  una muestra clara de lo que hace por nosotros: 1. No nos dejará caer; del hoyo nos sacó y siempre nos mantendrá a flote. No dormirá, siempre estará alerta y dispuesto a ayudarnos porque Él es quien nos guarda. 2. Siempre estará con nosotros, protegiéndonos como un árbol que da sombra y nos resguarda del sol para que no nos fatiguemos 3. Nos guardará de todo mal. 4. Guardará nuestra alma. 5. Guardará nuestra salida y entrada 6. Su promesa es para siempre.

Además el Señor nos promete en Isaías estar siempre con nosotros,  esforzarnos, ayudarnos y sustentarnos con la diestra de su mano. Además y en el plano material nos promete que nadie puede ir en contra nuestra porque Él está siempre con nosotros. Esa es la herencia para  sus hijos y por esa razón debemos estar siempre tranquilos y seguros de nuestra salvación.

Amado Padre celestial, leer tu palabra es sumergirnos en un mar de promesas que nos confortan y nos dan esperanza en el futuro.  Gracias por haber puesto tus ojos en nostros y habernos escogido para que seamos tus hijos y nos tengas en el hueco de tu mano. No queremos saber el futuro; no nos interesa ni nos preocupa porque estamos en las mejores manos. Gracias por enseñarnos a pedir conforme a tu voluntad. Renunciamos a nuestros planes personales a favor de tu perfecto plan para nuestras vidas. Queremos vivir el presente, allí, protegidos en la diestra de tu justicia. Te adoramos en el nombre de Jesús, amén.