ABRIL 14

¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.

¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.

LA PALABRA DE DIOS

SANTIAGO 5:13-16

13 Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.

14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

REFLEXIÓN

En muchas ocasiones parece que la comunión con Dios no fluyera. Aunque nos esforzamos no conseguimos concentrarnos en la lectura de la palabra, no recibimos revelación y entonces comenzamos a olvidar la herramienta más importante que tenemos: la oración.

La oración nos fue enseñada por el Señor Jesús no solo con sus palabras sino con su actuar. Dice la biblia en varios pasajes que el Señor se retiraba a orar, que cuando le pidieron que fuera donde estaba una niña muerta, se arrodilló a orar y luego le ordenó que se levantara y así lo hizo. Que cuando iba a comenzar su ministerio fue al desierto a orar y estuvo cuarenta días y cuarenta noches haciéndolo. En fin, con su ejemplo nos enseñó que en toda ocasión y motivo nuestra espada, nuestro escudo, nuestra herramienta es la oración. Por ello, Santiago nos recomienda que en toda circunstancia de nuestra vida: ¿tristeza? oración; ¿aflicción? oración; ¿alegría? alabanzas, que es toda una oración de acción de gracias; ¿enfermo? oración, ¿arrepentido? oración.

Pero sabiendo de nuestra inconstancia y olvido nos recomienda que estemos con nuestros pares en la fe quienes nos alienten, exhorten y ayuden a orar. Dice la palabra que debemos orar los unos por los otros porque "La oración eficaz del justo puede mucho".

Cuando estamos reunidos con un fin común que es el Señor, sentimos la motivación para seguir adelante en nuestra relación con Dios y además, la comprensión y el amor hacia los hermanos y hacia los que no lo son. Cuando nos reunimos a orar por otros, cuando nos buscan porque entienden que trabajamos por nuestra comunión con el Señor, además de la responsbilidad que implica mostrar su misericordia, podemos enseñar a otros del amor de Dios y su cuidado con su rebaño.

Amado Señor, gracias por esa certidumbre de tu amor que se manifiesta en nuestros hermanos en la fe. Gracias porque nos permites tener la seguridad de tu protección y cuidado. Te adoramos y suplicamos por aquellos que nos piden que intercedamos ante Ti. Tu palabra dice que oremos los unos por los otros y eso hacemos. Por favor Señor compadécete de este mundo que tu hiciste y en el que hay más de 20 que te aman y quieren agradarte y adorarte y como dijiste a Abraham, perdona y quita este mal tan terrible que nos aqueja. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.