MAYO 19

Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

LA PALABRA DE DIOS

OSEAS 2:14-15

14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.

REFLEXIÓN

No importa qué camino tomemos. No es relevante el esfuerzo que hagamos para triunfar. Hay un dicho popular: "Al que le van a dar le guardan". Eso quiere decir que no es necesario matarnos por conseguir metas, por triunfar. No.  Dios tiene para nosotros un propósito y conforme a él va transcurriendo nuestra vida, recibiendo lo que no hemos imaginado tener, teniendo la certeza de cosas de una manera que no podemos explicar. De repente sentimos o caemos en cuenta de sabemos cosas que nunca pensamos comprender y que no podemos expresar con palabras. Son certezas que nos manda Dios, revelaciones de su poder y amor.

Quizás, alguien tiene en su vida cuestionamientos tales como: si vale la pena tener un corazón noble, pecador sí, pero también perdonador, porque a su alrededor otras personas parecen burlarse de su bondad. Se acerca a Dios y le pregunta tal como dice en Jeremías 12:1 ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente? ¿Cómo es que el mal parece prevalecer y cómo es que las decisiones inadecuadas por no decir las apartadas del bien terminan siendo las mejores decisiones?

Un hombre tenía esposa e hijos y tambien amante e hija fruto de esa relación. Resulta que la esposa, enferma, fallece y esa mala decisión del marido se convierte en la mejor de todas porque tiene para donde irse y no se quedará solo jamás. Otro ejemplo el de ese señor que ha conseguido mucho dinero y prestigio en un círculo de poder, lo usufructúa y tiene a su alrededor una corte de aduladores que le hacen sentir muy por encima de los demás y azota e intimida a los que están a su alrededor. Nadie se atreve contra él y los bondadosos que están sufriendo, no encuentran salida y sienten que es mejor ser como el malo porque le va mejor en la vida.

Cualquier día sin embargo, el Señor le dice de una manera extraña, sin palabras, con una sensacion de certeza, que no se esfuerce, que no se preocupe, que cada uno tiene su vida y la suya está en las mejores manos. Que piense en su propia vida y en las muchas ocasiones en que le han llegado las bendiciones. Le dice que no se compare con aquellas personas que creen que todo irá bien por sus propias fuerzas o por su manera de actuar. Que espere tranquilo, que no se afane que no se apresure, que a  los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien y que el tiempo de Dios es perfecto.

Realmente el Señor nos atrae con cuerdas de amor y allí en el desierto de nuestra vida nos habla al corazón. Su palabra dice que allí nos dará todo aquello que anhelamos, allí nos devolverá la esperanza y mantendrá en nosotros la certeza de su amor y su verdad.

Amado Señor, hemos sentido tu palabra en muchos  momentos de nuestra vida. No podemos expresarlo; no hay palabras para ello. Es un sentimiento del corazón que no nos abandona. Es una certeza que no podemos definir ni repetir, pero sabemos que nos has hablado. Te damos gracias Señor y te suplicamos que no cesen tus palabras en nuestra vida porque es lo mejor que nos puede pasar. Te adoramos en el nombre de Jesús, amén.