ABRIL 19

Yo soy el Señor  tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

LA PALABRA DE DIOS

DEUTERONOMIO 5:6-10

6 Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

7 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

8 No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

10 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

REFLEXIÓN

Moisés después de bajar del monte Oreb y recibir por segunda vez las tablas de la ley se dirigió al pueblo y lo exhortó a seguir al Señor y obedecer los mandamentos que les había dado a través suyo.

El Señor comenzó sus mandamientos con el más importante, en el que declaraba su magnificencia, su poder y su imperio sobre todo lo creado. Recuerda el Señor lo que hizo por el pueblo de Israel y su mandato al respecto: Dice, yo soy tu Dios, tu único Dios; y en este punto ordena que solamente lo adoremos a Él.

Advierte con toda claridad que no debemos tener ningún otro dios fuera de Él, y además prohibe que hagamos escultura, imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra para adorarlas porque Dios es espíritu y así debemos adorarlo y dirigirnos a Él en nuestra adoración. Dios  no acepta la idolatría en nuestras vidas bajo ninguna circunstancia y  nos promete que si le obedecemos,  lo adoramos, y amamos, tendremos para simpre su misericordia y su perdón. 

Conocedor de nuestras debilidades, el Señor mandó a su único hijo para que muriera por nuestros pecados y nuestras enfermedades y nos enseñó que hay un solo intercesor entre Dios y los hombres que es Cristo Jesús. 

Amado Padre, hemos entendido que Tú eres nuestro único Dios, que nos amas, te compadeces de nosotros y tu amor se ve reflejado en el señor Jesús. Gracias por aclararnos en tus mandamientos que Tú eres nuestro Dios y Señor y porque nos permitiste entender que no hay otro Dios, solo Tú  a quien debemos adorar en espíritu y en verdad. Por favor Señor te pedimos nos perdones si hemos tenido dioses diferentes a Ti. Gracias porque ahora tenemos un solo intercesor entre nosotros y Tú, tu hijo Jesús y por Él te adoramos y te damos gracias. Amén.