ENERO 10

Espera en el Señor y guarda su camino, y Él te exaltará para que poseas la tierra; cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás

Espera en el Señor y guarda su camino, y Él te exaltará para que poseas la tierra; cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás

LA PALABRA DE DIOS

SALMOS 37:32-34

32 El impío acecha al justo y procura matarlo.

33 El Señor no dejará al justo en sus manos, ni permitirá que lo condenen cuando sea juzgado.

34 Espera en el Señor y guarda su camino, y Él te exaltará para que poseas la tierra; cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás.

REFLEXIÓN

En nuestra vida diaria nos encontramos con personas que no buscan a Dios; por el contrario, pareciera que Dios no les importa. Si buscamos en la RAE la definición de IMPÍO, hallamos dos acepciones: "1: Que no tiene o siente compasión ni piedad. 2: Que no respeta ni le interesa la religión". Eventualmente nos relacionamos  con personas que encajan en las acepciones anteriores y que debido a sus posiciones de poder, bien sea económico, laboral o social nos intimidan y frustran porque pareciera que el Señor permite este tratamiento para sus hijos.

Sin embargo, tal y como ocurrió con David, el Señor siempre está ahí al cuidado de su rebaño en esos aciagos momentos, como dice el Salmo 23, "Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando". Esa es la realidad para los hijos de Dios, nunca, oígase bien, nunca permitirá que seamos condenados y si esperamos en Él, veremos el final del desierto por el que estemos pasando y Él nos exaltará dice la palabra, cuando sean exterminados.

Hay muchos dichos respecto del sufrimiento y la paciencia que debemos tener, porque al final siempre habrá justicia. Por nuestra parte, tenemos la confianza en Dios y la certeza de que siempre está trabajando a nuestro favor. ¿La condición? solo una: Permanecer en Él. Como se ha dicho en otros devocionales, parémonos frente al Señor, y digámosle:

Señor, clamo a ti, te pido perdón por mis pecados, te doy gracias por tu amor y misericordia, porque sé que aunque no lo parezca, siempre estás ahí trabajando a mi favor. Acepto tu voluntad, no con resignación sino con fe, con alegría de que si así es, nada ni nadie podrá contra mi. Aquí estoy y aquí me quedo para siempre Señor, amén.

Comentarios

Elga Johanna Diaz

11.01.2020 14:07

Hermoso me reconforta por q estoy en un momento muy complejo y siento q el señor habla para mi diciendo q no me rinda!!!

Miguel Angel Sanchez

11.01.2020 05:46

Gloria a Dios por esta pagina. Aleluya. Sigan adelante que su trabajo en el Señor no es en vano.