ABRIL 6

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

LA PALABRA DE DIOS

FILIPENSES 4:6-7

6 Por nada esteis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

REFLEXIÓN

En muchos pasajes de la palabra tenemos la declaración del Señor de su protección. Nos declara su cuidado, y nos invita a andar tranquilos por la vida porque ahí está Él. Como a Pedro, nos invita a caminar sobre las aguas, puestos los ojos en Él.  Nos recomienda ejercitar la fe y hasta llega a darnos el tamaño tan pequeño de fe que requerimos, un grano de mostaza, para obtener nuestras peticiones. 

Cuando vivimos circunstancias adversas tendemos a hacer un juicio de valor muy superficial y a considerar que siendo "tan buenos" no es justo que nos toque a nosotros sufrir, mientras que otros no tan buenos, solo tienen aparentemente momentos de felicidad, de salud, de bienestar. Y nos preguntamos ¿Por qué yo, por qué a mi? En realidad no tengo la respuesta, pero Dios si. Él con su infinito amor con su inconmensurable sabiduría, con su omnisciencia, sabe porqué y para qué. Sabe cuándo y cómo y sobre todo independientemente de nosotros y nuestros sentimientos humanos, cumple ese plan perfecto producto de su amor, porque Él es fiel.

Por eso, como un padre amoroso nos dice que no nos afanemos por nada. Recuerdo cómo nos compara con las flores del campo y los animales, que viven su ciclo recostados en el amor de Dios quien los provee y nos exhorta a pensar si como personas, no valemos más que ellos. Enlazando esto  con los versos que hoy estudiamos, nos invita en vez de preocuparnos, a ocuparnos en hacer nuestras peticiones con toda oración y ruego,  por supuesto dándole las gracias y aceptando su voluntad.

Termina con una promesa que no debemos olvidar: "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Si obedecemos al Señor, confiamos en Él y nos presentamos diariamente a Él, viviremos en paz porque Dios  guarda nuestros corazones en su hijo Jesús.

Amado Padre. qué más podemos pedir que la paz que sobrepasa todo entendimiento? En estos momentos hemos entendido que lo más importante es la paz de nuestros corazones y esa sólo la das tú, Señor. Por favor aumenta nuestra fe para entender tu voluntad y para pedirte libremente de acuerdo con tu voluntad, con la certeza de que nos escuchas y concederás los deseos de nuestro  corazón que se alineen a tu voluntad. Gracias por darnos la tranquilidad que necesitamos en estos momentos y por favor, Señor, salva nuestra tierra y a tus hijos. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.