AGOSTO 14

Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

LA PALABRA DE DIOS

 LUCAS 8:1-3

1 Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él,

2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,

3 Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

REFLEXIÓN

Lucas hace referencia a las mujeres que sirven a Jesús. Todas habían tenido que ver con Él, porque habían sido sanadas de alguna enfermedad o de un espíritu inmundo que las atormentaba. Espíritu inmundo puede ser la tristeza, la soberbia, la lujuria, la avaricia, etc, que nos domina y separa de Dios. Así como sacaste siete de María Magdalena, por favor te pedimos que saques de nostros los espíritus inmundos que nos separan de ti.

María Magdalena estaba allí al pie de la cruz y fue la primera que vio a Jesús resucitado. Ella debería sentir por Él, un amor inmenso porque le había sacado siete demonios. También María hermana de Marta había ungido sus pies con perfumes y los había enjuagado con sus cabellos. Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, también estuvo al pie de la cruz con María y Susana, y otras muchas que tenían una cosa en común: le servían a Jesús, tanto con aportes, como con adoración, respeto y compromiso.

Las mujeres, aunque no lo parezca a simple vista, tuvieron un papel preponderante en la biblia. Quién más que María la madre de Jesús, que fue el vehículo que nos posibilita llegar el regalo de la vida eterna. Por ello, no debemos dudar del rol que juega la mujer  como hija de Dios, de madre, formadora de la nuevas generaciones, con una responabilidad espiritual muy grande, que es conducir a sus hijos en el camino de la fe.

Gracias Señor porque en tu palabra hemos visto el afecto especial que tienes por las mujeres. Permite Señor que te busquemos y te sirvamos. Señor indícanos la manera de ser instrumentos tuyos para salvación. Gracias por ese amor especial que muestras en tu palabra por cada una de las mujeres con quienes te relacionaste y que hacemos extensivo a nosotras. Te adoramos y oramos en el nombre de Jesús, amén.