SEPTIEMBRE 30
NEHEMÍAS 8:8
Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.
1 TESALONICENSES 5:17
Orad sin cesar.
JOSUÉ 1:8-9
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
HEBREOS 10:25
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
MATEO 25: 34 - 40
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
39¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
ROMANOS 12:11
En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor
MATEO 28:18-20
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Hay siete cosas que hacemos los cristianos, cada una de ellas basada en la palabra de Dios. En primer lugar, leemos todos los días la biblia y en ella meditamos. En nuestro lugar secreto, allí delante de Dios, recibimos el sustento espiritual que es su palabra. Allí nos revela el Señor lo que necesitamos saber para vivir conforme a su voluntad.
Segunda: La oración es una ocasión permanente de estar en conexión con el Señor. En todo momento, frente a cada decisión que debamos tomar, para darle gracias por lo bueno y lo malo, por lo que esperamos, por lo que debemos afrontar, clamando, proclamando, gritando, derramando nuestro espíritu. En resumen como lo dice 1Tesalonicenses, "orad sin cesar".
Tercera: La oración va seguida de la meditación en la palabra leída, la escritura de la misma, no solo para entenderla y recibir la revelación de Dios sino para guardar sus mandatos y que se cumpla la promesa en nuestras vidas y todo nos salga bien.
Cuarta: Congregarnos es una actividad propia del pueblo de Dios. Reunirnos a alabarlo a adorarlo y a estudiar en grupo. La palabra dice en Salmos 133, "Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía". Reunirnos además, para soportarnos en nuestras tristezas y apoyarnos en la solución de problemas.
La quinta, se refiere a la necesidad de compartir, de dar de lo que el Señor nos ha dado. Dar, dar al Señor, para que cuando estemos en su presencia nos diga "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis. Además de ser generosos, estamos seguros de que Dios está con nosotros enviando bendiciones hasta que sobreabunden.
Sexta: Servir, pero a quién? Servir al prójimo, dar permanentemente no solo consejos y oración sino siendo solidarios con el que nos necesita, con el fin de que el Señor se manifieste a través de nosotros en el que lo requiera.
Séptima, finalmente proclamando su palabra, para que la gente conozca que Jesús es el Señor, Señor del universo, infinitamente lleno de amor y compasión.
Amado Señor, gracias porque en tu palabra está todo lo que debemos saber para vivir una vida digna y feliz. Cuando hacemos esas 7 cosas estamos agradando a Dios y cosechando bendiciones. Te adoramos Señor y oramos en el nombre de Jesús, amén.