JULIO 3

Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del Señor nuestro Dios tendremos memoria.

Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del Señor nuestro Dios tendremos memoria.

LA PALABRA DE DIOS

SALMOS 20

1 Dios te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda.

2 Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga.

3 Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto.

4 Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo.

5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; conceda Dios todas tus peticiones.

6 Ahora conozco que Dios salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra.

7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del Señor nuestro Dios tendremos memoria.

8 Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.

9 Salva, Señor; que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.

REFLEXIÓN

Este es un salmo escrito por el rey David, el hijo de Salomón, en un momento en que lo único que quería era dar gracias a Dios por todo lo que había hecho, hacía y haría por él.

En primera instancia, como  David debemos presentar a Dios nuestros anhelos, nuestras esperanzas, porque sabemos  que sólo con Él  podremos estar seguros, de que en esos momentos de conflictos nos defiende, nos ayuda, nos sostiene. Deseamos que nuestras oraciones sean agradabales a Él, que estime nuestras ofrendas como lo hizo con las de Abel, y que nuetros sacrificios de alabanza tengan olor grato.

Entendemos en este salmo que la bendición que nos regala David es sin condiciones. Por eso, le podemos pedir todos los deseos de nuestro corazón, por pequeños o materiales que parezcan,  porque nosotros somos su pueblo, somos sus escogidos, porque Él nos escogió desde antes de la fundación del mundo. Porque sabemos que nuestra confianza está puesta en Él, que hizo los cielos y la tierra.

No debemos apartarnos jamás de nuestro Señor y poner nuestra confianza en cosas o personas, porque sabemos de su omnipotencia, de su amor y misericordia y eso nos sostiene y si caemos nos levantamos y estamos en pie delante de Él. 

Amado Señor que alegria y seguridad nos da el saber que Tú, el Señor de todo lo que existe, el Dios de nuestra salvación nos ama y nos da las peticiones de nuestro corazón. Qué bueno entender que somos tu pueblo escogido y que aceptas nuestra alabanza y adoración. Te adoramos Señor y te damos gracias por tu deferencia para con nosotros. Oramos en el nombre de Jesús, amen.