SALMOS 136:21-26
21 Y dio la tierra de ellos en heredad, porque para siempre es su misericordia;
22 En heredad a Israel su siervo, porque para siempre es su misericordia.
23 El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre es su misericordia;
24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia.
25 El que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es su misericordia.
26 Alabad al Dios de los cielos, porque para siempre es su misericordia.
Esta tercera entrega del salmo 136 que toca el tema de la misericordia de Dios, ya no se refiere a su poder y majestad para la creación del universo, ni para la protección contra el enemigo. Esta fracción de los versículos 21 a 26 nos habla de su amor para con nosotros.
Muchas veces, estamos abatidos pensando que hemos sido injustamente tratados, vituperados, maltratados, pero entendemos que lo que parece real en esta vida, tiene una connotación diferente en el reino de los cielos. Dios nuestro Señor nos enseña que nos ha dado la tierra como heredad, que siempre está ahí con nosotros acompañándonos en esos momentos de abatimiento, que nos rescata de nuestros enemigos, que nos saca victoriosos de nuestras batallas. ¿Todo eso, por qué? Porque para siempre es su misericordia.
Amado Padre celestial. Nos quedamos cortos al leer este salmo en el que enumeras todo lo que haces por nosotros. Realmente tu amor, tu bondad, tu compasión son inigualables. Solo en ti podemos estar confiados y tranquilos porque sobre ti no hay nada ni nadie y como dice tu palabra, estamos protegidos bajo tus alas. Gracias porque en esos malos momentos en que nos sentimos maltratados y amenazados, tenemos en ti refugio y protección, porque ¿si tu estás con nosotros, quién contra nosotros? Gracias Señor, porque para siempre es tu misericordia. Te adoramos Señor. Amén.