MATEO 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
JUAN 15: 5, 9
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Quizás usted como yo, ha sentido que su relación con Dios se está volviendo rutinaria. En el fondo de su corazón puede que esté anhelando sentir esa emoción del primer amor. Los problemas de la cotidianidad agobian y consumen las fuerzas y todo eso termina configurando un cuadro de cansancio y desaliento. La buena noticia es que el Señor Jesús en su infinito amor y conociendo la condición humana, nos dice en Mateo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar".
Jesús nos invita a permanecer en Él, pegaditos de su mano con la certeza de que hará su obra en nosotros. Si así lo hacemos, si persistimos en estar bajo sus alas, nuestra relación crecerá y ese primer amor madurará y dará los frutos que el mismo Señor nos dejó con su santo espíritu. Si sentimos que estamos estancados en nuestra vida con Jesús, digámoselo y con seguridad después de derramar nuestro corazón sentiremos esa paz tan maravillosa que sobrepasa todo entendimiento, afianzará nuestra relación y sentiremos la fuerza que nos da su amor y nos lleva a dar los frutos que esperamos.
Amado Dios cuántas veces nos hemos sentido desanimados y culpables porque creemos estar transitando por senderos estériles. Sin embargo cada vez que estamos en tu presencia nos llena tu amor y pasamos de la tristeza a la alegría y a la paz total. Señor gracias porque nos permites permanecer en ti y como dice tu palabra, nos das fuerzas como las del águila. Te adoramos Señor en el nombre de Jesús, amén.