ENERO 20
1 CORINTIOS 3:18-23
18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
19 Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.
20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro:
22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro,
23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
En la academia se mueve mucho el tema de la ciencia y el grado de capacitación. De alguna manera, los científicos muchas veces consideran que su fortaleza es su formación y cuando se indaga un poco en lo que creen, muchos expresan que creen en si mismos y en sus capacidades. Cuando se habla entre estos grupos de Dios, algunos escépticos guardan un prudente silencio y miran con cierta compasión a los que confían en Dios.
Sin embargo, el Señor en varias ocasiones hace referencia a los sabios de este mundo. En 1 Corintios 3:19 dice: "Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos". Igualmente, en Romanos 12;16, dice "Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión".
Por ello, la recomendación de Pablo es que en el caso de tener la sabiduría que da la academia, para llegar a ser sabios espiritualmente, lo primero que debe hacerse es parecer ignorantes, porque por un lado va la sabiduría del mundo, y por otro lado, en el terreno espiritual, sabio no hay sino uno, Cristo Jesús.
No se envanezca por ello, porque Dios quiere a los humildes de corazón. Así que, ninguno se gloríe entre los hombres sino como dice Romanos 12:16: "Permanecer unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión".
Amado Señor sabemos que solo hay un sabio y eres Tú. Por ello te pedimos perdón si hemos sido soberbios y nos hemos envanecido con el poco conocimiento que tenemos de algunas cosas. Te pedimos por favor que nos permitas acercarnos a Ti y aprender de tu inconmensurable sabiduría y así tener cada día una mejor relación contigo. Te adoramos Señor, amén.