ENERO 16
JOEL 2:12-14
12 Por eso pues, ahora, dice el Señor, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.
13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos al Señor vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para el Señor vuestro Dios?
Vienen a mi memoria Nínive y Jonás a quien mandó el Señor a llamar al arrepentimiento. Nínive escuchó y se arrepintió y Dios perdonó a su gente. Actualmente, corren vientos de guerra que auguran problemas, inseguridad, disputas, odios, polarización, cambio climático. Tiempos que nos amenzan como pueblo, como raza humana, con cambios profundos en el planeta. Están mirando hacia las estrellas y pensando en la evacuación porque según predicciones de científicos, la tierra colapsará en corto tiempo.
No sabemos nada del futuro. Pero conocemos al Señor nuestro Dios y por eso debemos obedecer la palabra que nos insta a convertirnos a Él, no con aspavientos ni apariencias sino desde el fondo de nuestros corazones sabiendo que como dice el verso 13: "misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo". A lo mejor sí están por venir tiempos terribles, pero si nuestra actitud es de oración, adoración, cambio, bien sea como lo hizo con Nínive, o a nivel personal, el Señor se arrepienta de desecharnos, perdone nuestros pecados y no nos castigue, porque Él es amor y como dice el verso 32 de Joel 2, "Y todo aquel que invocare el nombre de Dios será salvo",
Señor, Padre nuestro, ante cualquier temor, en estos tiempos ominosos, estamos tranquilos y seguros porque sabemos que tu palabra es verdad y en el salmo 91 nos dices que estamos protegidos bajo tus alas. Por favor no permitas que nos olvidemos de tu palabra y ayúdanos a portarnos como se debe, siempre buscándote a tí y agradándote. Perdona nuestros pecados, porque estamos arrepentidos, realmente arrepentidos de corazón y solo anhelamos adorarte y estar siempre ahí frente a Ti para hacer tu voluntad. Amén.