ABRIL 21

Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

LA PALABRA DE DIOS

SALMOS 32:6

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Dios; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. 

1 JUAN 1:9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

HECHOS 4:12

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

REFLEXIÓN

Desde que iniciamos nuestro camino de búsqueda y crecimiento al lado del Señor, además de transportarnos a momentos místicos, en los que sentimos que el Señor está ahí cerca de nosotros, cuando desesperados o impotentes nos hincamos a derramar nuestro corazón y a manifestarle, a lo mejor de una manera no muy ortodoxa, nuestras necesidades, frustraciones y fracasos,  tenemos que lidiar con nuestra carne.

Deseamos vivir en el espíritu, pero el lastre de pecados que traemos,  está ahí  y como dice la palabra. en 1 Pedro "Vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar". Nos hacemos todos los días el propósito de vivir conforme a lo que nos manda Dios y sin embargo, caemos. Pero como dice David en el Salmo 32 "Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Dios ; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado".

Por ello, nuestra conducta debe ser de transparencia con el Señor. Él sabe todo de nosotros y espera que seamos completamente sinceros,  con la seguridad de que   "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarlos, y limpiarnos de toda maldad".  Hemos tomado la mejor decisión de nuestra vida. Haber conocido al Señor Jesús y haberlo recibido como nuestro señor y salvador.

Amado Padre celestial, gracias por tu amor infinito, gracias por haber pagado ese alto precio por nuestros pecados. Sabemos que hay un solo justo que eres tú y que solo en tu nombre seremos salvos. Por ello te pedimos perdón y te suplicamos nos ayudes para vencer las tentaciones y ser agradables a ti. Señor queremos  que seas el centro de nuestra vida. Te adoramos en el nombre de Jesús, amén.