SALMOS 100:4
Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.
COLOSENSES 3:17
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
1 TESALONICENSES 5:18
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Dar gracias en los momentos de felicidad, de logros, de triunfos es muy fácil. Nos podemos transportar a las alturas espirituales y compartir con el Señor esos momentos. También es frecuente que cuando de algo nos salvamos, cuando el resultado final que esperamos se cumple, aliviados decimos: Gracias a Dios.
Sin embargo, no todo en la vida es color de rosa. Tenemos muchos momentos de angustia y dolor; cada día nos enfrentamos a situaciones o circunstancias adversas y es ahí en esos momentos cuando debemos agradecer y reconocer que el Señor tiene un plan perfecto para la vida de cada uno de nosotros y que lo que vivimos obedece a ello.
Nuestras capacidades intelectuales no nos permiten conocer nada más allá de lo que vivimos a cada instante y cuando tenemos situaciones que nos son adversas, nuestra actitud debe ser de agradecimiento, porque como hijos de Dios debemos tener la certeza de que todas las cosas nos sirven para bien, conforme al plan perfecto que Él tiene para nosotros y nuestras vidas y las vidas de los que nos rodean.
Es muy complejo pensar en ello, pero es la realidad. Por algo dicen que Dios escribe derecho en renglones torcidos. No sabemos por qué nos ocurren las cosas, pero podemos tener la certeza de que nos ayudan a bien conforme al propósito que tiene para nosotros. Por ello, a todo momento debemos dar gracias a Dios y demostrarle nuestro amor.
Amado Padre queremos darte gracias porque nos permites entender tu cuidado para nosotros, porque a pesar de las circunstancias sabemos que tienes un plan perfecto para nuestras vidas y porque dándote gracias podemos reconocerte como nuestro Dios que tanto nos ama y del que sólo podemos esperar lo mejor. Te adoramos en el nombre de Jesús, amén.