MAYO 2

LA PALABRA DE DIOS

Ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres

1 TIMOTEO 2:1


Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres

REFLEXIÓN

Cuando Pablo escribió esta carta a Timoteo, la iglesia vivía en un contexto hostil, bajo el dominio del Imperio Romano. Aun así, el apóstol no llamó a los creyentes a protestar, a resistir con violencia, ni siquiera a aislarse. Les pidió que oraran. Orar por todos —incluidos reyes, autoridades, y hasta enemigos— era un acto revolucionario. Significaba confiar en que Dios gobierna por encima de cualquier sistema humano, y que el arma más poderosa no es la espada, sino la intercesión.


Hoy también enfrentamos divisiones, conflictos y tensiones en todos los ámbitos de la vida: en la política, en la familia, en nuestras comunidades. Y la Palabra sigue siendo clara: antes que criticar, antes que discutir, ora. Haz peticiones por el que sufre, acciones de gracias por el que ha sido bendecido, súplicas por el que está perdido. Y hazlo por todos, no solo por quienes piensan como tú. Porque el corazón de Dios late por cada ser humano, y nuestra oración lo refleja.


La intercesión no cambia solo las circunstancias; nos cambia a nosotros. Nos hace más humildes, más misericordiosos, más parecidos a Cristo. Comienza hoy. Menciona por nombre a aquellos que necesitan guía, paz o salvación. Y no olvides dar gracias también por los que han sido de bendición en tu vida. Porque cuando oramos por todos, honramos a Aquel que murió por todos.


Padre, despierta en mí un corazón intercesor. Que no me acostumbre a la indiferencia ni al juicio, sino que cada rostro que vea me inspire a orar. Enséñame a elevar plegarias por mi familia, mi nación, por gobernantes, por amigos y desconocidos. Que cada oración sea un puente hacia Tu gracia, y cada acción de gracias, una semilla de fe. En el nombre de Jesús, amén.