JESÚS EN TU VIDA

LUCAS 6: 38

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

REFLEXIÓN

La generosidad es una manifestación de la confianza en Dios. Cuando damos sin temor, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él, abrimos las puertas para recibir su provisión abundante. Jesús nos enseña en Lucas 6:38 que nuestra actitud al dar determina la manera en que recibimos: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo”. No se trata solo de bienes materiales, sino también de amor, perdón y servicio. Cuando sembramos bondad, cosechamos bendición.

En la vida diaria, a veces retenemos lo que podemos compartir por miedo a quedarnos sin nada. Sin embargo, Dios nos llama a confiar en su provisión y a dar con gozo. Un corazón generoso no se queda vacío; al contrario, se llena más de lo que da. No es una transacción matemática, sino un principio divino que refleja el carácter de Dios, quien nos ha dado todo sin medida (2 Corintios 9:6-8).

Hoy es un buen día para practicar la generosidad. Tal vez alguien necesite una palabra de aliento, una oración o incluso una ayuda material. No subestimemos el impacto de un pequeño acto de amor. Dios es fiel y nos sorprenderá con su provisión en formas que jamás imaginamos.

Amado Padre celestial, gracias por darme más de lo que merezco. Ayúdame a confiar en que nunca me faltará nada cuando doy con amor y desprendimiento. Que mi vida refleje tu generosidad y que mi corazón siempre esté dispuesto a compartir. Enséñame a ver las oportunidades de bendecir a otros y a sembrar con fe, sabiendo que Tú eres mi proveedor fiel. En el nombre de Jesús, amén.