Estad en paz con todos los hombres.
ROMANOS 12:18
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Pablo, al escribir estas palabras a los Romanos, entendía que vivir en paz no siempre es una tarea sencilla. Hay situaciones que escapan de nuestro control y personas con las que, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, la paz parece un ideal lejano. Sin embargo, el llamado es claro: “en cuanto dependa de vosotros.”Esto significa que la responsabilidad de buscar la paz recae en cada uno de nosotros, sin excusas ni condiciones. Es un compromiso con la reconciliación, con el perdón y con el amor que sobrepasa las diferencias.
La historia está llena de ejemplos de hombres y mujeres que decidieron ser pacificadores incluso en medio de conflictos profundos. Nelson Mandela, tras décadas en prisión, escogió la reconciliación sobre el rencor; Martin Luther King Jr. luchó por la paz y la igualdad a través del diálogo y la no violencia. En la Biblia, David perdonó a Saúl aun cuando éste intentó matarlo, demostrando que el poder de la paz puede romper cadenas de odio y resentimiento.
En nuestro día a día, se nos presentan situaciones donde la paz es puesta a prueba: en el trabajo, en la familia, incluso en la iglesia. Podemos escoger responder con ira o con serenidad, con conflicto o con paz. La paz no es solo la ausencia de conflicto, sino la presencia de Dios en medio de cualquier circunstancia. Él nos da la fuerza para buscar la reconciliación y para amar incluso a aquellos que nos han lastimado.
Oración:
Señor, dame un corazón pacificador, que en cada conflicto pueda elegir el camino de la reconciliación y el perdón. Que mi vida sea un reflejo de Tu paz y Tu amor, y que donde haya discordia, pueda ser un instrumento de paz. Ayúdame a recordar que, en cuanto dependa de mí, debo buscar la paz con todos los hombres, confiando en que Tú eres mi refugio y mi fortaleza. Amén.